A las 4 horas y 45 minutos de la tarde del día 1° de septiembre de 1917, reunidos nuevamente los ciudadanos de la Vega, Bracamontes, García, Pérez Andrade, Aguayo, Navarro, Vidriales Jiménez, Llerenas, Villalvazo y Arregui, bajo la presidencia del primero, en el salón de sesiones del H. Ayuntamiento, con el objeto de resolver sobre la forma en que debería protestarse la Constitución local en virtud de que se acaba de recibir por escrito y remitida por el Ejecutivo la fórmula conforme a la cual debe protestarte sin reserva alguna la expresada Constitución; puesto a debate el asunto el C. Presidente manifestó:
Que la Constitución General de la República está sobre la Loca, que en consecuente, nada tiene de particular obsequiar los deseos del Poder Legislativo y ejecutivo, que antes bien con esto se evitarán incidentes y quizá trastornos del orden público que traerá evidentemente las intransigencias de dichos poderes, si no se rinde la protesta en la forma por ellos indicada; que ya se expresó antes por el C. Bracamontes el derecho que la ley confiere a los Ayuntamiento para hacer valer las prerrogativas y derechos que la Constitución de Querétaro otorga a los municipios libres: que de no hacerlo así, el H. Ayuntamiento quizá dará margen a que su actitud sea interesada de una manera equívoca; que el poder Legislativo del Estado ha restringido en la ley fundamental del mismo la libertad del municipio que es cierto que en todo aquello que esté en pugna con la Constitución General de la república, contrariando los principios conquistados por la Revolución, no existe obligación legal para acatarlo y obedecerlo; pero si esta Corporación debe usar en el caso de los procedimiento que la ley señala para hacer efectivos esos derechos de la manera más prudente, sin provocar por su parte un conflicto con los poderes locales: que debe lucharse siempre por la efectividad de la promesa revolucionaria del Plan de Guadalupe, sancionada en Querétaro por la Constitución Política del país de treinta y uno de enero de mil novecientos diecisiete, promulgada el día cinco de febrero del mismo año y que reivindica a los Ayuntamiento las prerrogativas y derechos que les habían sido conciliados por las pasadas dictaduras: que en virtud de las expuestas razones se permite proponer a los ciudadanos munícipes se aceptó lo pedido por el Ejecutivo si consideran no contraer alguna responsabilidad ni perjudicar con ello la Administración Municipal.
Sin haber hecho uso de la palaba ninguno de los presentes, por estar de acuerdo con lo expuesto se aprobó por unanimidad de votos la anterior proposición.
Acto continuo puesto en pie todos los señores Munícipes, el C. Arcadio de la Vega, Presidente Municipal e Inspector General de Policía, fue interrogado por el C. Secretario de este H. Ayuntamiento en los siguientes términos:
“¿Protestáis sin reserva alguna guardar y hacer guardar la Constitución Política del Estado, promulgada el día treinta y uno de agosto del corriente año y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el bien y prosperidad del Estado?” A lo que el C. Presidente Municipal contestó: “Sí, protesto”. Y el C. Secretario repuso: “Si así no lo hiciereis, el Estado os lo demande”.
Enseguida el C. Presidente dirigiéndose a todos y cada uno de los C. C. Munícipes que se encontraban presentes los interrogó en la siguiente forma:
“¿Protestáis sin reserva alguna guardar y hacer guardar la Constitución Política del Estado, promulgada el día treinta y uno de agosto del corriente año y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el bien y prosperidad del Estado?” A lo que cada uno de los munícipes interrogados particularmente contestó: “Sí, protesto”. Y el C. Presidente repuso: “Si así no lo hiciereis, el Estado os lo demande”.
Incontinente y ante el mismo funcionario rindieron la protesta de la propia Constitución en términos idénticos el C. Secretario del Ayuntamiento y demás empleados de su dependencia, acordándose por la Corporación se haga constar la protesta referida, levantándose una acta por separado correspondiente a cada uno de los funcionario que la rindieron.