Libro:90, Acta:28, Periodo: 1918
Tomo: III, Fojas: 84v-87f
Clasificación: F34 Posición 2
Sesión: Extraordinaria
Fecha:1918-05-13
Notas:Transcripción completa del acta original
Sesión extraordinaria del día trece de mayo de mil novecientos dieciocho.
Asistencia de los ciudadanos Alcázar, Ibarra, Martínez, Suro, Díaz y Gómez Guerra.
Abierta la sesión, la Secretaría dio a conocer a los ciudadanos munícipes, por indicación del ciudadano presidente, que el objeto de esta sesión extraordinaria a que se había convocado, era con el fin de tratar importantes asuntos relativos a la huelga de los profesores, dependientes de este municipio.
A moción del mismo ciudadano presidente municipal y para ilustración de los ciudadanos munícipes en este asunto, se acordó que los ciudadanos jefe del Departamento Educativo e inspector pedagógico del Estado estuvieran presentes en esta sesión y tomaran parte en las discusiones, invitándoseles en seguida.
El ciudadano Suro pidió al ciudadano presidente la explicación de este asunto. Se la dio, manifestando la opinión de los ciudadanos Ibarra y Díaz, relativas a que no eran de substituirse a los profesores huelguistas y de que se les convocara al salón de sesiones para tener con ellos una entrevista y arreglo satisfactorio del conflicto surgido.
El ciudadano Gómez Guerra propuso se volviera a hacer una excitativa a dichos profesores, haciéndoles ver que perderán su empleo pagándoseles hasta que las circunstancias lo permitan, dando preferencia al pago de los que continúen en sus labores, perdiendo también el sueldo de las vacaciones.
El ciudadano Suro se adhirió a la opinión del ciudadano Gómez Guerra y se consultó al ciudadano Barbosa, director de Educación, su opinión, y dijo: que desearía oír la de los demás munícipes.
Pidió la palabra el ciudadano Ibarra, y concedida que le fue manifestó: que el ciudadano jefe del Departamento de Educación Pública y el inspector pedagógico del Estado, eran responsables de la huelga de los profesores y que los acusaba como tales en virtud de no haber intervenido como jefe e inspector inmediato de ellos, para sofocar la huelga a su debido tiempo.
El ciudadano Barbosa pidiendo el uso de la palabra y concedida ésta, manifestó: que no se adhería a la opinión de los huelguistas y que no concurrió a las juntas de los profesores porque no se le invitó y que protestaba de los cargos que le hacía el ciudadano Ibarra, los cuales no podría probarle.
El ciudadano Castrejón pidió el uso de la palabra y concedida, expuso: que ha sido siempre de parte del orden y que su actitud ha sido por lo mismo siempre de parte del profesorado ordenado y no del insubordinado y que no admitía el cargo que se hace por el ciudadano Ibarra.
El ciudadano Ibarra manifestó: que el ciudadano Barbosa es responsable porque debió haber comunicado este movimiento inmediatamente al H. Ayuntamiento, lo que no hizo, quedando así comprobado su dicho; y que el ciudadano Castrejón que se somete al gobierno no reconociendo al profesorado, tampoco éste reconoce en el ciudadano Castrejón como profesor la ingerencia (sic) que ha tomado para solucionar este conflicto y que él se va por la justicia y no por los gobiernos y que no ha detenido a la multitud, donde siempre está la justicia.
El ciudadano Castrejón contestó que la mayoría de los profesores eran la pacífica y no la huelguista; luego…(sic)
El ciudadano Gómez Guerra volvió a insistir en su proposición anterior y el ciudadano presidente municipal dirigiéndose al ciudadano Díaz le pidió explicación de los hechos, quien a su vez la hizo y es la conocida por la mayor parte de los munícipes presentes.
El ciudadano Ibarra manifestó: que está de parte del Ayuntamiento y que no habiéndosele hecho caso, contestaba con el adagio vulgar: palabras necias, oídos sordos.
El ciudadano Gómez Guerra pidió explicación al ciudadano Ibarra de lo que acababa de decir y el ciudadano Ibarra volvió a repetir las dos proposiciones que hizo en la sesión del viernes próximo pasado, faltando la explicación de que estas proposiciones se hicieran al representante de los huelguistas, quien no las aceptó por no tener autorización de ellos, quedándose en consecuencia en pie su determinación de que si para el día 12 doce del actual a las 12 meridiano no se les liquidaba, ni un minuto más trabajarían, suspendiendo las labores; y que como no había sido posible conseguir el dinero necesario para hacerse el pago que se reclamaba, era de aceptarse la suspensión de sus labores.
El ciudadano Castrejón dio cuenta con el resultado de la comisión que le confió el ciudadano presidente de este H. Ayuntamiento y manifestó: que habiéndose acercado con algunos profesores huelguistas le manifestaron que habían firmado por adherirse a la opinión de los demás, habiendo sido arrastrados a la huelga, comprobando su dicho.
El ciudadano Ibarra en términos poco comedidos para los ciudadanos, Director e Inspector de Educación, manifestó que no han hecho nada en favor del H. Ayuntamiento por no haber impedido a su debido tiempo la huelga y que no servían para nada… (sic)
Manifestó, además, que la huelga se podía haber impedido invitando a los profesores huelguistas al salón de este H. Ayuntamiento y que, hablándoles y demostrándoles todo lo que ha pasado, aseguraba quedaría terminado el conflicto.
Refiriéndose al caso de que los profesores habían sido arrastrados, manifestó ex particularibus nill inde secuetior (sic) que de un caso particular que se citaba no podía deducirse que todos los huelguistas habían sido arrastrados.
El ciudadano presidente municipal manifestó que en lo particular se les había excitado a cada uno de dichos profesores huelguistas a que continuaran en sus labores escolares y que no había conseguido nada y que en la junta tenida a las 12 meridiano de este día se había acordado esta determinación.
El ciudadano Díaz dijo que en la noche de hoy, momentos antes de la hora de sesión, había tenido la oportunidad de hablar con un grupo de profesores huelguistas, los que estaban dispuestos a continuar en sus labores.
El ciudadano Ibarra manifestó: que eso era lo que deseaba el ciudadano Castrejón y que esto se había de haber hecho a su debido tiempo y no ahora que ya se declaró la huelga.
El ciudadano Gómez Guerra manifestó que: se perjudicaría más la niñez substituyendo a los profesores huelguistas que el que siguieran los mismos: que se les convenciera con palabras comedidas, tanto para unos como para otros, y que ésta sería la mejor manera de solucionar el conflicto surgido ante el profesorado.
El ciudadano Ibarra manifestó: que al ciudadano Alcázar, al jefe de Educación Pública, al inspector pedagógico, al ciudadano gobernador y a otras personas les constaba el cuadro lastimoso que se vio en la mañana de este día en una escuela en que un grupo de alumnas lloraban a lágrima viva por la separación de su maestra y que les había llamado la atención sobre este particular.
El ciudadano presidente municipal reprochó al ciudadano Ibarra por el sentido rimbombante con que había hecho su narración.
El ciudadano Barbosa manifestó: que el ciudadano Ibarra no le había probado aún los cargos que le había hecho al principio de la discusión y que, refiriéndose a la exposición que hizo del cuadro lastimoso que había visto en una escuela, dijo: que se asustaba al ciudadano Ibarra de ver llorar a las alumnas porque iba a ser substituida su profesora, y que así también se lloraba a un soldado que es muerto en combate por la bala enemiga pero no obstante es substituido por otro soldado.
El ciudadano Castrejón manifestó: que era más conveniente substituir a los profesores huelguistas que obligarlos a volver a sus labores. Con lo que estuvieron de acuerdo los ciudadanos Díaz y Gómez Guerra.
El ciudadano Ibarra propuso que se llamara oficialmente al profesorado al salón de acuerdos de este H. Ayuntamiento y que allí se le hablara y dijera lo que se va a hacer; y que los que quisieran volver a sus trabajos escolares volvieran, y a los que no quisieren, se les diera el cese.
El ciudadano presidente municipal dijo: que le parece muy humillante volver a instar de nuevo oficialmente a los profesores, y que él no lo haría aun cuando se lo ordenara la H. asamblea; pero que en lo particular estaba dispuesto a ir nuevamente a suplicarles a uno por uno para que volvieran a sus labores.
El ciudadano Gómez Guerra manifestó: que en lo particular y no oficialmente, se excitara al profesorado.
El ciudadano Suro manifestó: que puesto que ya se les había pasado a los profesores huelguistas varios oficios muy atentos, suplicándoles que desistieran de su actitud y éstos no los habían tomado en cuenta, cría justo que ya no se les rogara porque era muy ridículo para el H. Ayuntamiento tanta humillación y que al efecto proponía que se citara a todos los profesores huelguistas al salón de acuerdos de esta H. corporación y que una vez reunidos el H. Ayuntamiento y los huelguistas, se les interrogara quiénes querían seguir en el desempeño de sus labores y quiénes no, y que una vez definida su actitud, los que estuvieren conformes que volvieran y a los que no se les diera su cese y se substituyeran inmediatamente, puesto que había un regular número de profesores vacantes.
El ciudadano Barbosa, insistió en que el ciudadano profesor Ibarra no le había probado aún los cargos que al principio le hizo.
El ciudadano Ibarra le contestó: que como ya había dicho el ciudadano Barbosa no se había declarado ni de parte del gobierno ni de la del profesorado.
El ciudadano Barbosa manifestó: que esos sofismas no eran de tenerse en cuenta porque la parte del profesorado huelguista no era la mayoría sino que la mayor parte de los profesores han permanecido fieles y abnegados en sus puestos.
El ciudadano presidente municipal pidió su opinión al ciudadano Martínez quien contestó: que no quería tomar parte en este asunto durante el curso de la sesión porque cuando él habló de este asunto, expuso su parecer en la parte económica.
El ciudadano presidente propuso de nuevo a la H. Corporación que en lo particular haría él a los profesores huelguistas esa misma noche la excitativa que se ha propuesto hacerles y no oficialmente, para que mañana siguieran en sus puestos.
El ciudadano Ibarra manifestó: que no fuera él quien hiciera la excitativa sino otra persona. El ciudadano presidente aceptó y propuso que el ciudadano Díaz se acercara a los profesores que le habían hablado y los convenciera de la conveniencia de que continúen en sus labores escolares.
El ciudadano Castrejón manifestó: que parece que no hay humillación de parte del H. Ayuntamiento hacía los profesores y que si la hubiere los profesores la entendían bien y creerían que era acuerdo tomado por este H. Ayuntamiento, puesto que el cerebro de un cuerpo es el que discute y resuelve los asuntos que se le proponen.
El ciudadano presidente municipal propuso que el ciudadano Díaz invite a los profesores huelguistas y les manifieste que si gustan volver a sus trabajos, el H. Ayuntamiento tendría mucho gusto en aceptarlos.
Discutido este asunto y puesto a votación, se tomó por unanimidad el acuerdo de que el ciudadano Díaz invite al profesorado huelguista a que continúe en sus labores y muy particularmente a aquellos profesores que le han manifestado volverían a hacerse cargo de sus empleos y que los que no aceptaran, se substituyeran de acuerdo con la lista que al efecto se presentó, autorizándose al ciudadano Presidente Municipal para que substituyera a los profesores que no aceptaran la invitación.
Y se levantó la sesión.
Alcázar.
J. Guadalupe Michel. Secretario.



                    

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