Y sin embargo, el volcán es bello. Gregorio Torres Quintero.
Ceballos Ramos, Enrique; Bravo Magaña, Javier y Rosa Delia.
Si bello es el sitio ocupado por la ciudad de las palmas, en que vi la primera luz, más bellos son sus horizontes. Cerros azules por todas partes, allá lejos, y cerros con el verdor de sus árboles, algo mitigado por el pálido azul del aire, se miran aquí y allá dando realce al panorama.
Pero sobre todo, es digno de toda ponderación el espectáculo que presentan, hacia el norte, sus enhiestos y elegantes volcanes.
Son dos, llamados popularmente Volcán de Fuego y Volcán de Nieve...
Los dos volcanes parecen dos hermanos estrechamente abrazados...
Tenía yo apenas seis años de edad, allá en 1872, cuando la ciudad fue conmovida por un temblor. Mucha gente salió despavorida de sus hogares. El volcán, por mucho tiempo apagado, mostraba una erupción gigantesca, y una nube espesa cruzada de relámpagos lo coronaba. Las calles y plazas se vieron como por encanto llenas de hombres, mujeres y niños, con el asombro y el terror pintados en sus rostros.
Se dijo entonces que el volcán había reventado.
Y desde entonces, no ha cesado de estar en actividad...
Y sin embargo, el volcán es bello..."
Gregorio Torres Quintero (1866-1934).
Cuentos Colimotes, 1931.
Archivo Histórico del Municipio de Colima/Archivo de Letras, Artes, Ciencias y Tecnologías, AC./Tierra de Letras.
267 pp., 21.5x14 cm, 0.395 grs.
Colima, 2011.
ISBN: 978-607-701-011-1
Código: 124
$120.00